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La eurodiputada exige a la UE y al Gobierno de España que pongan fin a la venta de armamento a países susceptibles de cometer genocidios y crímenes de guerra

La eurodiputada de la Izquierda Unitaria Europea (GUE-NGL), Ángela Vallina de la Noval criticó hoy la reacción de la Unión Europea y del Gobierno de España ante los atentados de París y reclamó a ambos que se ponga fin a la venta de armamento a países susceptibles de cometer genocidios y crímenes de guerra, al tiempo que se toman medidas para bloquear las fuentes de financiación de bandas armadas. “Lo que no tiene sentido es la realización de operaciones militares indiscriminadas y políticas represoras de la ciudadanía”, reprochó la parlamentaria: “me niego a que se realicen en mí nombre tales actos de guerra, porque solo benefician a unos pocos, magnates de las grandes corporaciones, y me niego a que, aquí, se arrasen las libertades.

Ángela Vallina pidió, además, que se promuevan políticas de integración y de cohesión social, pues es precisamente en la desigualdad y la pobreza las que sirven de “caldo de cultivo” de las bandas terroristas, que encuentran es tales medios su “cantera del terrero”.

“Las políticas no pueden plantearse en función de las necesidades del sector armamentístico de ningún país ni de ningún bloque económico. Si queremos poner fin al terrorismo, tanto en las políticas de cada país, como del conjunto de la Unión Europea tiene que articularse sobre programas que faciliten el desarrollo más allá de nuestras fronteras, ofreciendo a los ciudadanos de esos países unas condiciones de vidas dignas, en un modelo en el que debe anteponerse el bienestar de la gente, de aquí y de allí, a consideraciones que solo guardan relación con los privilegios de unos pocos, y con la capacidad de engrosar las cuentas de beneficios de grandes corporaciones sin conciencia”.

La eurodiputada, que se mostró consternada por cada una de las personas asesinadas en París, quiso también enviar a las familias de las víctimas su “más sincero apoyo” y “un mensaje de ánimo para los supervivientes, con la esperanza de que reúnan la fuerza que necesitan para seguir adelante con sus vidas”.

Ángela Vallina señaló que los atentados no pueden hacer olvidar a otras víctimas, igualmente importantes: “Me duelen las víctimas de París y me duelen todas las víctimas del terrorismo y la guerra, local e internacional, deTúnez, Mali, Madrid, Nueva York, y tantos otros lugares cercanos, hablo igualmente de las víctimas lejanas de Irak, Afganistán, Siria y un sinfín de países que sufren las consecuencias de nuestra neo-colonización, de las invasiones e intervenciones que hacemos desde aquí, las llamadas potencias occidentales, no porque queramos los ciudadanos, sino porque así lo requieren las grandes multinacionales y sus insaciables intereses económicos”.

Para la eurodiputada es imprescindible buscar la empatía con esos dramas porque, dijo, “allí, las víctimas lejanas también mueren, sangran, sufren los asesinatos de sus hijos e hijas, pierden a sus hermanos y hermanas; constituyen lo que  demasiadas veces se califican de daños colaterales pero que yo los llamo personas, padres y madres, abuelos y abuelas, hijos e hijas. Las víctimas son víctimas, aquí y allí, no hay muertos de primera y de segunda, el dolor es el mismo para todos nosotros, como seres humanos”.

Y es que, explicó Ángela Vallina, Europa se aleja de una auténtica vía para la paz. “Me avergüenza terriblemente la respuesta vengativa con la que se está actuando, provocando allí más asesinatos de personas civiles. La violencia solo engendra más violencia y Europa no puede reaccionar copiando el modelo Norteamericano. Me avergüenza y me preocupa profundamente el asalto a los derechos y libertades de los ciudadanos aquí y las medidas represivas que se están ejerciendo a día de hoy en países como Francia y en Bélgica, que han sido convertidos en estados policiales donde todo se permite con la excusa de la seguridad”.