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Los eurodiputados del GUE reclaman la suspensión del acuerdo de Asociación

La eurodiputada asturiana Angela Vallina y el también europarlamentario y presidente de la delegación para las relaciones con Palestina del Parlamento Euroeoo, Neoklis Sylikiotis, han pedido esta semana en Gijón que la Unión Europea (UE) asuma su responsabilidad frente a la vulneración de los derechos del pueblo palestino en general y en la franja de Gaza en particular. Para ello, los europarlamentarios reivindicaron la suspensión del acuerdo de Asociación entre la UE e Israel.
Vallina, que viajará desde Gijon a Lisboa, en una de las etapas de la travesía  de dos navíos de la Flotilla de la Libertad Rumbo a Gaza, resaltó que esta acción es indispensable como un elemento de sensibilización y, también, como apoyo solidario a una población que sufre las consecuencias de la ocupación israelí, que supone haber convertido a Gaza en una auténtica presión a "cielo abierto" por el bloqueo. Para la europarlamentaria, este viaje desde Noruega a las costas de Gaza es, además, una forma de visibilizar la solidaridad con un pueblo que, explicó, muchas veces siente que nadie mira hacia ellos y que la comunidad internacional hace poco. Sin embargo, añadió, "la gente normal, sencilla y mucha gente también en la política, los defiende".
Neoklis Sylikiotis que también es vicepresidente del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL) denunció las difíciles situaciones en las que vive una población que sufre los rigores de la mayor cárcel del miedo, privada del acceso a una alimentación adecuada, al agua o a la electricidad.
Sylikiotis fue muy duro con las políticas israelíes que calificó de terroristas y lo hizo con ejemplos recientes, como el asesinato de 117 manifestantes pacíficos y, ente ellos, menores y personal sanitario, hiriendo además a más de 14.000 personas. "Condenamos la masacre de palestinos en la franja de Gaza que están protestando para reclamar sus derechos humanos básicos, incluido el derecho al retorno que Israel continúa denegando".
La una forma de acabar con este conflicto, coincidieron Vallina y Sylikiotis, pasa por la presión internacional. Precisamente, la necesidad de poner en marcha la campaña de boicot, desinversiones y sanciones (BDS) fue una de las cuestiones que se abordaron en la reunión celebrada en el Ateneo Obrero de Gijón y en la que participaron miembros de la tripulación de la Flotilla de la Libertad, los dos eurodiputados del grupo de la Izquierda Unitaria Europea y representantes de la propia entidad. En este sentido, se reflexionó sobre casos de la historia reciente mundial, como la del régimen del Apartheid sudafricano, que solo terminó cuando las democracias occidentales dijeron basta a la segregación racial con la imposición de sanciones al gobierno racista de Pretoria.
Mikkel Grüner, marinero del "Al Awda" (El retorno), el viejo pesquero noruego en el que embarcará Ángela Vallina, explicó que la flotilla que ahora recala en Asturias para continuar hacia Gaza ha buscado puertos de atraque con una tradición marinera, como Gijon, una tradición que no es posible en Gaza, ya que Israel lo impide.  El navío que tripula será llevado al Mediterráneo con el objetivo de poder ser entregado a la población palestina. "El barco está construido en los sesenta, creo que tiene una cierta belleza, navegó por los mares de hielo del Norte y sus bodegas van vacías, no llevan armas, ni contrabando, por lo que creemos que es absurdo que los israelíes crean que un barco pesquero sea una cosa peligrosa", concluyó. Y es que la carga de ese barco, como del otro que atracó en Asturias de la flotilla llevan algo tan inofensivo o letal como la "esperanza". Al menos eso es lo que aseguró el capitán del Freedom, Jens Markland, velero de dos palos que, junto al Al Awda, surcarán el Cantábrico y el atlantantico para poner luego proa al Mediterráneo. "no sé demasiado español pero conozco una de las palabras más bonitas del castellano: esperanza, que es la carga de los barcos que van hacia Gaza. Esperanza para la paz, la libertad, derechos humanos y para una vida digna para las personas de Gaza", resumió Markland.

El capitán Markand  se mostró convencido de que el ejército israelí tratará de impedir la llegada de la flota de la libertad. "No tenemos miedo, sabemos que lo intentarán, pero lo que no lograrán detener es la llegada de  la carga de esperanza que transportamos".