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El Alcalde de Grau advierte que una vez que recuperemos la normalidad "no queda otra vía que no sea trabajo, trabajo y mas trabajo"

Hoy charlamos con José Luis Trabanco, alcalde de Grau, una localidad que fue pionera en cierto modo, en la toma de decisiones frente a la pandemia, restringiendo ya el trabajo físico municipal -salvo los servicios esenciales- el pasado 20 de marzo. La dureza con la que atacó la pandemia del coronavirus a los mayores de la Residencia ha sido sin duda una difícil prueba para todas las administraciones y, aún más, para el personal de atención, en todas sus especialidades.

Grao, con sus casi 10.000 habitantes, distribuidos en 28 parroquias -la mayoría de la población se concentra en la villa con más de 7.000 residentes- ha tenido que dar respuesta a unos vecinos y vecinas muy concentrados en su capital, pero también en núcleos muy pequeños demográficamente hablando y muy dispersos.

Para Trabanco, es necesario que toda la población sepa que habrá días muy difíciles antes de que se supere la pandemia y, también, después, para reactivar la economía. Todas la sociedad, enfatiza, tiene que estar unida para poder superar las adversidades, con autoexigencia y responsabilidad

Estamos en estado de alerta. Los ayuntamientos son la primera puerta de acceso al sistema de administración pública. Cómo se vive desde la alcaldía esta situación y cuáles son los retos a los que tiene que dar respuesta.

Se vive con mucha preocupación , porque hablamos de personas y de salud con todo lo que ello conlleva. Nos esperan días muy difíciles y toda la sociedad tiene que estar unida para poder superarlos, autoexigiéndonos, a la vez, mucha responsabilidad.

El reto es estar a la altura de la situación, una situación nueva que nunca pensábamos que íbamos a vivir y que nos exige el máximo en estos momentos y en los que viviremos después de ser capaces de superar esta pandemia.

Todos en casa, pero eso no significa que se esté parado. Cómo desarrolla su labor al frente de la alcaldía y cuál es su día a día más allá de su actividad municipal.

Hasta el jueves de forma presencial, desde el viernes 20 de marzo hemos decidido pasar a otra fase, cerrando el Ayuntamiento y no yendo el personal, a excepción de servicios imprescindibles como policía, limpieza viaria, servicios sociales, ayuda domiciliaria, servicios de mantenimiento alumbrado y obras o registro por citar algunos. La administración no puede parar, eso está claro, y seguimos atendiendo a todo el mundo vía telefónica u online, y eso es posible porque el personal que no trabaja físicamente en las dependencias municipales están realizando sus funciones vía tele-trabajo.

En esta difícil emergencia, a su juicio, qué ha sido lo peor y lo mejor que ha vivido tanto desde una perspectiva política y social como humana.

Lo peor, sin duda, los que quieren sacar rendimiento político a esta situación, el que quiere ayudar y aportar su grano de arena realmente no lo hace a través de los medios de comunicación, y los responsables de privatizar parte del sistema sanitario público y ahora acuden a él en busca de ayuda.

Lo mejor, indiscutiblemente, las personas que forman parte del sistema sanitario, son los que están en primera línea de fuego y en muchos casos sin un pequeño escudo. Este personal que está poniendo en riesgo su propia salud y, también, como no, todas las personas que tienen que trabajar para que Grao, Asturias y España no se detenga por completo, desde las gente de los supermercados a quien está en los servicios de limpieza, en el transporte… en fin, todas aquellas personas que tienen que garantizar los servicios básicos.

Para terminar, un deseo para cuando se recupere la normalidad.

El deseo es que pase cuanto antes esta pesadilla y mucho ánimo, fuerza y cariño a nuestros mayores , que son los que nos han sacado adelante, los que vivieron tiempos difíciles y ahora también los más débiles y una vez que recuperemos la normalidad no queda otra vía que no sea trabajo , trabajo y mas trabajo.