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Ángela Vallina pide un "gran acuerdo dialogado" con las organizaciones y que cualquier cambio en el presupuesto en materia social se discuta antes con la formación

Izquierda Unida de Asturias ha reclamado hoy un “fondo de contingencia” para las entidades del Tercer Sector, medidas que impidan recortes en los recursos que se destinan a las mismas y una “negociación permanente” que permitan dar una estabilidad imprescindible para este tipo de organizaciones. La portavoz de la formación, Ángela Vallina, ha enfatizado que las organizaciones de este tejido asociativo que colabora con la Administración en el desarrollo de atención social y a las personas con discapacidad “son indispensables”.

Para la diputada, teniendo en cuenta que la COVID19 ha tenido unos efectos muy importantes para estas organizaciones, dadas las características de las poblaciones a las que atienden, los recortes que llevaron a la calle al Tercer Sector el pasado 3 de septiembre no son “razonables”.

Frente a ajustes presupuestarios en gasto social a través del tejido asociativo, Vallina ha reclamado “medidas políticas” que eviten un daño que afectaría a la atención social.
Dada la actual situación, Vallina ha reivindicado que se apoye al Tercer Sector poniendo medidas que las pruebas de detección del COVID19 entre su personal no le supongan gasto adicional. “Es evidente que lo contrario podría producir una grave dificultad, insalvable, por la carencia de fondos para asumir esta obligación y, por tanto, con la quiebra de estos servicios”, ha defendido la parlamentaria.

En cualquier caso, para Izquierda Unida no es aceptable un recorte de fondos ni tampoco aumentar las exigencias financieras a las entidades sociales del Tercer Sector. “Lo que parece más lógico y creemos que forma parte de los acuerdos de ayer es dotar de un fondo de contingencia para que los colectivos pudieran afrontar los gastos sobrevenidos por esta crisis sanitaria. Los centros de discapacidad han sido ejemplares durante estos meses, como lo son ordinariamente, y su gestión ha de ser reforzada. Creemos que la negociación de ayer debe iniciar un pacto estable con el tejido asociativo”.

Se trataría, a juicio de Vallina, de poner las bases para una discusión amplia no solo de los problemas coyunturales sino también estructurales, abordando de forma global la acción social a través del Tercer Sector. “Recalcamos el carácter político de ese diálogo, ya que no puede limitarse a consideraciones de carácter económico-administrativo, sino que tiene que tener un horizonte amplio en el que se considere toda la relación con unas asociaciones que son indispensables para la Administración y que atienden a personas que son indispensables para nuestra sociedad”.

Para IU es necesario que la “concertación” con el Tercer Sector debe analizar los servicios y la atención social. “Sugerimos este pacto en un momento en el que la Administración quiere reformarse. Llevamos décadas sin una planificación política global de los Servicios Públicos de Atención Social. Este es el momento para abordar un gran acuerdo dialogado y discutido en el nivel político”.
Ángela Vallina ha apostado por ajustes de gastos que no se basen en el recorte social y ha reivindicado que los cambios en el presupuesto, posible gracias también al apoyo de IU, no puede realizarse de forma unilateral sino que deberían ser siempre acordadas con la formación. “También debemos formar parte de la ejecución política presupuestaria y de las estrategias para abordar los problemas”.