Home / Carmen Conde Soladana / 20 de junio “Día Internacional de los Refugiados”.

20 de junio “Día Internacional de los Refugiados”.

La Convención de Ginebra de 1951 regula el estatuto del refugiado y fue concebida en principio para dar respuesta a los problemas de muchos refugiados de la Segunda Guerra Mundial que todavía estaban dispersos por Europa. Posteriormente, se elabora el protocolo de 1967 para desarrollar mas ampliamente dicho estatuto.

¿Qué es un Refugiado?

El Refugiado es una persona que se encuentra fuera de su país de nacionalidad o de residencia habitual, tiene temor de persecución por diversas causas: raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, y no puede, o no quiere, acogerse a la protección de su país, o regresar a él, por temor a ser perseguido.

Articulo 31: LOS ESTADOS “NO IMPONDRÁN SANCIONES PENALES, POR CAUSA DE SU ENTRADA O PRESENCIA ILEGALES, A LOS REFUGIADOS…”

Articulo 33 “NINGÚN ESTADO CONTRATANTE PODRÁ, POR EXPULSIÓN O DEVOLUCIÓN, PONER EN MODO ALGUNO A UN REFUGIADO EN LAS FRONTERAS DE LOS TERRITORIOS DONDE SU VIDA O SU LIBERTAD PELIGRE…”

Y a partir de aquí, una pequeña reflexión que nos sitúe en el espectro de una situación, casi imposible de imaginar para los que vivimos en un mundo “normalizado” y que depende en gran medida de la solidaridad de los gobiernos y de su capacidad para paliar en la medida de lo posible situaciones de emergencia humanitaria

Estar desplazado es una experiencia devastadora para la persona, a menudo conlleva la pérdida repentina de la casa, los medios de subsistencia y requiere soluciones duraderas y sostenibles. Pero cada caso de desplazamiento es único:

Por la causa del desplazamiento, por ejemplo un conflicto armado, la violencia, los abusos contra los derechos humanos u otras causas provocadas por el ser humano (como proyectos de desarrollo o medidas para preservar el medio ambiente, así como desastres naturales).

Por las personas a las que afecta el desplazamiento: puede afectar sólo a algunas familias o a millones de personas.

Con esta diversidad de escenarios y patrones de desplazamiento, la respuesta al desplazamiento interno debe ser integral. No puede limitarse a la asistencia humanitaria, debería de abordar todos los aspectos del desplazamiento y tener una continuidad en el tiempo mientras que sigan sin resolverse las necesidades y problemas causados por el desplazamiento en sí, con independencia de la causa del desplazamiento y de si las personas afectadas encuentran refugio en los campamentos, en las zonas rurales o en las urbanas.

Una respuesta integral a los desplazados exige solidaridad en distintos niveles Hace falta la solidaridad de la comunidad de acogida; esto es especialmente fundamental para los desplazados internos tanto en las comunidades que los acogen como en aquellas a las que regresan finalmente. Una segunda dimensión de la solidaridad es la de los gobiernos con sus ciudadanos desplazados; la responsabilidad principal de las autoridades nacionales de asistir y proteger a los desplazados que de no ser suficiente, debe complementarse con la solidaridad internacional. Una tercera dimensión de la solidaridad es la de la comunidad internacional con los desplazados internos que necesitan asistencia y protección; las situaciones en que las autoridades nacionales no estén dispuestas a actuar legitiman a la intervención de la comunidad internacional para proteger y asistir a los desplazados internos. Y esto no es solo literatura. Las imágenes de los desplazados y refugiados a lo largo del mundo, impactan y hacen que se revuleva muchas veces nuestro interior, el corazón y otras, las más, el hígado, los ojos y los intestinos: Iraq, Siria, Somalia, Afganistán, Libia, Costa de Marfil, Mali, Etiopía, República Democrática del Congo, Uganda, Kirguistán,  y qué decir del pueblo Saharaui o del pueblo Palestino, apartidas por decisiones políticas injustas… Necesitamos iniciativas de paz más rápidas para los conflictos de larga duración, para que los refugiados puedan regresar a sus hogares, aquellos que todavía los tienen. Mientras, solidaridad, mucha solidaridad.

Carmen Conde  Soladana

Share

Comments are closed.