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UNA CAUSA JUSTA

Siti Zainab, está condenada a muerte en Arabia Saudi desde 1999. Como explica Amnistía Internacional, fue víctima de malos tratos y no tuvo un juicio justo. No tuvo un abogado para su defensa ni la debida asistencia consular. Incluso no pudo entender correctamente la sentencia, ya que ningún intérprete estuvo presente en el juicio, desarrollado en árabe, idioma que Siti no entendía correctamente, es de nacionalidad indonesia.

Arabia Saudí ejecutó durante 2011 al menos a 82 personas. A mediados de 2012, al menos 25 personas han sido ejecutadas. Siti ,si no lo impedimos, será un número mas en la macabra lista de asesinatos. Hablamos de Arabia Saudi, y a algunos nos “chirría” un poco esa buena relación que se supone tiene nuestro país y que no se utilice para poner en su sitio a un país que se pasa por el “arco del triunfo” las normas mas elementales de los derechos humanos como es el derecho a la vida, entre otras cuestiones que a mi como mujer me ponen en pié de guerra.

Hoy 10 de octubre, tenemos que condenar alto y claro a esos países que continúan imponiendo penas de muerte por delitos como el adulterio y la sodomía (Irán); los delitos religiosos como la apostasía (Irán) y la blasfemia (Pakistán), «brujería» (Arabia Saudí), y el tráfico de huesos humanos (República del Congo); los delitos económicos (al menos en 10 países, incluido China); la violación (Arabia Saudí) y el robo con violencia (Kenia, Zambia).sin olvidarnos del todopoderoso Estados Unidos, a pesar de que en su inmensa mayoría los reos carecen de juicios justos y no disponen de  ayuda letrada.

Tenemos que entre todos regar unos pocos brotes verdes en esta causa justa, En Estados Unidos, el número de ejecuciones y nuevas condenas a muerte disminuyó drásticamente con respecto a las registradas hace 10 años, En China, el Gobierno eliminó la pena de muerte para 13 delitos, en su mayoría económicos, En Japón, la Federación de Colegios de Abogados anunció su oposición a la pena de muerte. . El 21 de diciembre de 2010, la sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU aprobó la tercera resolución sobre la abolición de la pena de muerte y fue aprobada por 109 votos a favor, 41 en contra y 35 abstenciones. El número de Estados miembros de la ONU que apoyaron la resolución en 2010 fue superior a los que votaron a favor de la de 2008.

El verde tiene que resurgir sobre el negro, porque a muchas personas les va la vida en ello.

Carmen Conde  Soladana

Concejala de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Avilés

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