El Principado desestima el recurso contra la quema de mas residuos en la cementera de Aboño
26 de abril d 2012
La Coordinadora Ecoloxista se sorprende de la celeridad del Gobierno en Funciones del Principado en que hoy nos comuniquen que desestiman el recurso que presentamos el pasado 20 de marzo contra la autorización de la ConsejerÃa de Fomento que permitÃa   a Tudela VeguÃn  quemar nuevos residuos en sus hornos de la cementera de Aboño ubicada en el concejo de Carreño al limite con el de Gijón, sin atender el riesgo que supone para los colindantes estas practicas industriales.
–      Residuos pesados de fragmentación de vehÃculos, fundamentalmente plásticos de automóviles, con un contenido significativo en cloro.
–      Residuos domésticos y residuos asimilables generados en comercios, industrias e instituciones, sin determinar cuales pueden ser.
Esta peligrosa practica de incinerar residuos en una cementera, que esta preparada para hacer clinker para cemento, no destruir residuos, esta muy cuestionada en toda España, donde hay lugares tan cercana como  la cementera de Toral en el Bierzo que la Junta de Castilla León que ha revocado la autorización para quemar residuos ante la presión ciudadana por l a contaminación asociada que genera en la zona de la cementera.
En menos de 1 mes, desestima un recurso con una peligrosa celeridad para un gobierno en funciones, hay que recordar que contra esta autorización ya manifestaron su oposición vecinos de Carreño, Gijón, además de la Coordinadora Ecoloxista.
Volvemos a reiterar nuestra oposición al uso de algunos residuos como combustible como el caso de los residuos pesados de fragmentación de vehÃculos y los neumáticos, no lo podemos aceptar por la contaminación que se genera en ese proceso y que toda ella se va quedar en el proceso del clinker.
Hay que recordar que la combustión de estos residuos especiales genera productos contaminantes, alguno  muy perjudiciales para la salud humana; Metales Pesados, Xileno,  HollÃn,  Benceno, Fenoles, Óxidos de plomo, Tolueno. Se  generará unas emisiones significativas (desde la perspectiva de salud y medioambiental) de PAH (hidrocarburos aromáticos policÃclicos) y de Benceno con demostrados efectos cancerÃgenos ambos, y probables alteradores endocrinos. Son elementos muy volátiles por lo que escapan con facilidad a las técnicas de filtrado de gases. Dado que pueden ocasionar perdida de salud también a bajas dosis, asà como su presencia ubicua en alimentos y suelos, representan un serio problema de salud pública.
Un segundo grupo de contaminantes emitidos se centra en las micro partÃculas y los óxidos de plomo y de zinc. Si bien estos metales son elementos poco volátiles, con la presencia de cloro en el horno se pueden generar cloruros de plomo y de zinc, sustancias estas más volátiles y por tanto con una presencia significativa en las emisiones. Además para el caso del plomo se acepta como demostrada su acción como disruptor endocrino, por lo que dada su extrema ubicuidad en el medio, habrÃamos de partir de que no existen lÃmites seguros. Respecto del zinc además de su afectación a la salud, su mayor riesgo en procesos de combustión con presencia de cloro es que actúa como catalizador en la generación de dioxinas.
Esta  demostrado que en los procesos de combustión se generan dioxinas, pudiéndose incrementar esta generación con la incineración o coincineración de residuos.
En cuanto a la dispersión de la contaminación, por su gravedad destaca también la que se va a realizar mediante el propio cemento fabricado, Este cemento contaminado no tendrá control ninguno en cuanto a su utilización, manejo y dispersión, sino en la salud de los trabajadores que lo manipulen y en el agravamiento de la futura gestión de los residuos generados en el sector de la construcción.
La destrucción térmica de los residuos es la peor forma de gestionar los residuos por su fuerte impacto ambiental asociado, y por la destrucción de materias primas que no pueden ser recuperadas ni recicladas en otros procesos.
Las presiones que están haciendo las cementeras para conseguir gestionar los residuos como combustible no solo significan un riesgo para los colindantes y el medio ambiente, sino una perdida de calidad cierta del cemento fabricado.
No podemos aceptar que una planta de producción de cemento que ya tiene graves problemas ambientales en su proceso y que ha duplicado su tamaño se convierta en una planta de tratamiento de residuos industriales con los riesgos que suponen para los colindantes estos materiales y sus tratamientos, todo para abaratar costes a cuenta de la salud de los colindantes. Asturias tiene que mirar lo que ha sucedido en el Bierzo y en otros lugares para pensar en que aquà estamos tragando lo que no quieren en otros lados.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies