Bankia y lo que no es Bankia
11 de mayo de 2012
Yo acuso: estos son los once asesinos de Bankia
Bankia como entidad privada ha muerto. Está por ver si los nuevos gestores son capaces de resucitarla antes o después o se limitarán a certificar su defunción y a vender sus restos completos o por partes al mejor postor. Me inclino por lo segundo. Sea como fuere, hoy es un cadáver maloliente, de tanta mierda como ha rodeado su caída. Porque no ha fallecido por causas naturales: ha sido vilmente asesinada. No de un golpe certero y eficaz sino mediante un proceso parsimonioso e indiferente de envenenamiento que ha terminado por colapsar el sistema respiratorio de su solvencia y en circulatorio de su liquidez. No hay un único culpable. Son muchos. Y su enumeración es paradigma de lo que ha sucedido en España en los últimos 20 años, en los que el interés propio, público o particular, ha pasado como una apisonadora por encima del bien común. El comportamiento miserable de unos pocos, los de siempre, costeado por todos, lo de siempre. Hora de poner los puntos sobre las íes.
Yo acuso, por orden cronológico,
Yo acuso: estos son los once asesinos
El pozo negro de Bankia y de nuestra democracia
El comienzo de esta noticia del Financial Times ya da ganas de llorar. No menos saber que Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid durante lo mejor de la burbuja, alcanzó su puesto gracias a su íntima amistad con José María Aznar. Y que Caja Madrid devolvió esos y otros favores con la concesión de centenares de miles de euros en subvenciones a la FAES para que siguiera predicando contra la intrínseca maldad de la intervención del Estado en la economía (no es tan censurable si los amigos del poder se llevan una parte del botín). Y que Blesa recibió una indemnización de 2,8 millones de euros tras ceder su puesto a Rodrigo Rato tras una dura batalla en la que se embarcó medio PP madrileño, imbuido sin duda de ese espíritu liberal.
El pozo negro de Bankia y de nuestra democracia
IU rechaza la nacionalización parcial de Bankia
Acusa al Gobierno de tratar de que todos los ciudadanos «apechuguen» y pide que los responsables paguen «la factura de la fiesta».
IU ha rechazado la medida y ha defendido que «lo que hace falta es una nacionalización total» porque «no se trata de socializar las pérdidas y el desastre de gestión que han organizado algunos, con consentimiento de las autoridades tanto políticas como del Banco de España, que tenia la obligación de controlar».
«Entendemos que de lo que se trata es precisamente de garantizar con tranquilidad absoluta a los ahorradores, pero desde luego no socializar las pérdidas para el conjunto de los ciudadanos. Esas responsabilidades se tienen que buscar y alguien tiene que pagar la factura de la fiesta»
IU rechaza la nacionalización parcial de Bankia
García Rubio advierte que “podemos estar ante una falsa nacionalización de Bankia” y señala que sólo será efectiva “si se hace de forma real y se mantiene a largo plazo”
‘The New York Times’ pone a la constructora de Florentino Pérez como ejemplo del problema de la deuda privada en España
El periódico The New York Times pone a la empresa ACS, la constructora que preside Florentino Pérez, como ejemplo del problema de la deuda privada en España; un problema, subraya el rotativo en un artículo, que es más grave que el de la deuda pública y que amenaza con sumir al país en una década de estancamiento.
En el artículo, firmado por Landon Thomas Jr., el diario culpa de la crisis española a la deuda privada; que incluye la de los particulares que se endeudaron con hipotecas y otros créditos, y la de las empresas privadas que, en época de bonanza, se lanzaron a acometer inversiones vía crédito. Esta deuda «amenaza con hacer el colapso económico semipermanente en lugar de cíclico». Así, subraya que mientras la deuda pública es del 70% del PIB –baja comparada con el 165% de Grecia y el 120% de Italia–, la deuda privada es del 134%; la más elevada del mundo solo por debajo de la de Irlanda. «El problema de España no es la deuda pública, sino la deuda del sector privado», apunta un analista afincado en Londres y experto en España.
Y como ejemplo y «espejo» de todo ello, cita el caso de ACS, empresa «con una deuda de 9.000 millones, el doble de su valor en bolsa, y metida en una campaña frenética para vender activos y desmarcarse de la situación que afecta a la economía española».
«Los economistas creen que una de las mayores amenazas para España es la situación de empresas como ACS», señala el artículo, que advierte de que «si estas compañías recortan inversiones, venden activos y despiden personal, el resultado puede ser similar a lo que ocurrió en Japón (en los años 90); una década de estancamiento«.