Algunas claves para entender el rescate
11 de junio de 2012
Cayo Lara exige a Rajoy que «deje de mentir» y reclama que explique por qué serán los ciudadanos los que pagarán con el rescate la «estafa inmobiliaria»
“No hay duda de que vamos a tener que pagar una deuda que no es nuestra y sus intereses antes que tener un Estado del bienestar, por mucho que digan que sólo afecta al sistema financiero”
Lara destacó que tras la acción de rescate decidida ayer por el Gobierno del PP y el Eurogrupo para que se dé a la Banca a través del FROB hasta 100.000 millones de euros a devolver por el Estado con intereses “España está intervenida a todos los efectos”.
“Esta deuda –dijo- la vamos a pagar entre todos a través de un doble rescate, ya que es el Estado el que absorbe la deuda de las entidades financieras con problemas y quien se convierte en garante de la misma ante Europa”.
Por mucho que lo nieguen Rajoy y sus ministros “Europa ya nos ha dado algunas directrices que tenemos que seguir” para tener controlado este déficit que ahora se puede disparar. Enumeró que entre ellas están “subir el IVA, incrementar el ajuste en las prestaciones por desempleo que ya se recortan en los Presupuestos de 2012 un 5,4% pese a que el Gobierno prevé 650.000 parados más, reducir el gasto en pensiones y acelerar la aplicación del retraso en la edad de jubilación”, todo ellos “al margen de reducir los empleados públicos y aumentar las privatizaciones”.
El máximo responsable de IU tachó de “falacia” el análisis que se hace desde Moncloa de que estos 100.000 millones ayudarán a que el crédito llegue a familias y pymes. “La Banca lleva tiempo recibiendo prestamos al 1% de interés y no se ha destinado a la economía productiva y sí a especular”.
“Rajoy se comprometió a decir la verdad a los españoles y no lo está haciendo. Es urgente que explique en el Parlamento por qué el Estado absorbe la deuda de los bancos, a qué condiciones y con qué coste para los ciudadanos”.
(Leer noticia completa)
Rescate a las tres
El gobierno Rajoy ha conseguido ser el cuarto PIIGS (batiendo a Italia en el último minuto) intervenido por el directorio europeo, pero lo que se podría denominar “vía española a la intervención” una nueva y original vía para el “rescate” de los mismos “señores de negro”, pero con disfraz de buen rollito. Ahí es nada escuchar a los Guindos, Montoros, Sorayas, Sorias, Báez y demás primeros espadas mintiendo más que pestañean, de modo atropellado y soltando morcillas cada dos por tres cada vez que se les preguntaba si el gobierno iba o no a pedir el rescate. Sin embargo, lo mejor del primer acto ha sido la increíble capacidad para la farsa de la caterva de expertos de pago que entraba a diario en el escenario de los platós, radios y prensa, disparando sin ton ni son cifras de decenas de miles de millones arriba o abajo, en las que tanto vale ocho que ochenta. ¡Joder con los expertos que les parece igual 40.000 o 100.000 millones¡ Después van y se las dan de haber estudiado en la London School o en el MIT, de ser abogados o técnicos comerciales del estado y que además saben inglés y todo.
Para ser un gobierno que hace las cosas como dios manda, ahíto de religiosidad católica, apostólica y romana; que jura y perjura sobre la biblia en pasta o coloca crucifijos por doquier; que se disfraza de nazareno o de señora con mantilla y peineta con gracejo celtibérico; que invoca como salvación de la ruina nacional a la virgen del Rocío, al Corpus Christi y a la sangre licuada de Jesús de Medinaceli; bueno, pues para ser tan píos , ¡hay que ver lo que les gusta mentir, engañar, fingir y falsificar¡ Claro que tienen la ventaja de tener garantizada la indulgencia plenaria y el perdón de gentes como Rouco, Martínez Camino y del homófobo de Alcalá, quizás como compensación por ahorrarles algunos dinerillos por el asunto del IBI y otros concordatos.
Las tropelías, las estafas, las apropiaciones indebidas, los regalos bajo mano, las privatizaciones/expolios, los créditos fraudulentos, los planes de pensiones para los prevaricadores y los mil y un chanchullos que han evaporado los puestos de trabajo, las pymes, los ahorros y depósitos de los españolitos de a pie, van a ser pagados con los impuestos de todos a escote. Hablando en plata: para cuadrar las cuentas del Gran Capitán habrá que recortar las pensiones (por aquello de que se viven demasiados años hoy en día), subir la edad de jubilación (igualito que ha hecho Hollande) despedir a más trabajadores (que se preparen los bancarios), pagar más IVA (antes de hacer que paguen los más ricos) y amnistiar preventivamente con carácter general a todos los miembros de los consejos de administración del IBEX 35, bajo la bendición del viajero Dívar.
Al final lo conseguido por la tropa de Rajoy le permite salvar de momento la imagen ante sus votantes. En primer lugar, es un rescate a la banca y no directamente al Estado español, y segundo no aparece la palabra rescate en ningún momento en el comunicado del Eurogrupo. Ahora le toca a Rajoy y los suyos completar sus mentiras. En primer lugar es un crédito al FROB, es decir, no es un crédito (línea de crédito) a la banca directamente. El problema es que el FROB es el Estado español porque es un organismo de Estado y es su garante. Pero Rajoy y su tropa podrá ahora engañar a sus votantes y decir que es un crédito directo a la banca. La línea de crédito es de 100.000 millones de euros. La segunda cuestión, lo del nombre, cosa aún más importante para Rajoy y su tropa, porque buena parte de su intención de voto depende si se impone otra palabra –ayuda, crédito, etc.,- o la palabra rescate. En la prensa internacional no hay duda: la palabra es recate. Ello supone fusión de bancos, cierres de oficinas en muchos casos y posibles despidos masivos de empleados bancarios. También, muy probablemente, no reparto de dividendos hasta nueva orden en los bancos que accedan voluntariamente al crédito y caída estrepitosa de sus valores en bolsa. Consecuencias posibles:
1) Una ya la hemos mencionado: cierre de oficinas, fusión más aún de bancos y cajas, trabajadores de banca a la calle.
2) Otras de las mentiras de Rajoy y su tropa es que esto no afecta al tamaño de la deuda ni al déficit. Pues sí que afecta, porque el crédito supone aumentar el saldo de la deuda pública española porque el FROB es Estado.
3) Seguro que dentro de las condiciones no declaradas está el aumento del tipo impositivo del IVA porque nuestro impuesto es de los más bajos de la Unión Europea, incluso de países que no tienen problemas declarados. Ello supondrá una caída del consumo y, consecuentemente, del empleo.
4) Rajoy dice –no sé si lo cree– que con los 100.000 millones de crédito va a aumentar el crédito bancario. No estoy muy seguro de eso. La razón de ello es que los bancos –jaleados por Rajoy y su tropa– prefieren aumentar solvencia a dar crédito, además por la necesidad de cumplir con las nefastas medidas de provisión de fondos de este Gobierno.
El Gobierno del PP se ha convertido en una máquina de cometer errores, pero con el tema bancario se ha doctorado. Es el tema más difícil y el test donde se miden los políticos. El error estratégico básico es esa enfermiza manía de acabar con los déficits en plena crisis a pesar de que esos déficits se deben a una disminución de los ingresos fiscales (más de 90.000 millones de euros) y no por un aumento del gasto. Además la reforma laboral no ha ayudado a aumentar el consumo sino todo lo contrario, por lo que la demanda agregada ha caído por efecto de su componente principal. ¿Y por qué tantos errores? Porque es contradictorio mantener con mentiras la intención de voto y la vez engañar a los mercados. A sus votantes les puede engañar, pero al puñado de piratas especuladores que deciden cómo, dónde y cuándo colocar los fondos no se les puede engañar. No es que sean muy listos, simplemente es que es su trabajo.
Desde la llegada de Mariano Rajoy al poder –Él sabrá por qué, lo cierto es que la mayoría de las personas no estamos capacitados para entender lo que ese hombre dice- se han cerrado decenas de centros de salud; se han despedido a miles de maestros y médicos; se han alargado las listas de espera incluso para enfermedades de urgente intervención; se han paralizado buena parte de las obras públicas; se ha dado una cantidad de dinero tan descomunal a la banca que, al menos, quien esto escribe, no sabe los ceros que tiene; se han despedido a miles de científicos que, mal pagados pero con mucha vocación, eran lo mejor de nuestro futuro; se ha disminuido la ayuda al desarrollo a la mitad; se ha dicho que hay que cerrar un montón de universidades públicas mientras se ha reclamado que los toros sean patrimonio de la Humanidad; se ha apaleado por órdenes de su ministro del Interior a jóvenes y niños que pedían un poco de calor para sus escuelas y se ha intentado quitar la financiación y desprestigiar todos los servicios púbicos esenciales con el único fin de privatizarlos. Sin embargo, no se ha tocado un real de los 9.000 millones que anualmente recibe la Iglesia católica del Estado; apenas se ha tocado el presupuesto de Guerra y nuestras tropas siguen contribuyendo a destrozar países en los que nada pintamos; se ha tirado por los suelos al Banco de España y a los organismos de fiscalización del Estado al encargar a dos consultoras privadas con conexiones espurias la auditoría de la banca del ladrillazo; se ha destrozado por completo el modelo de televisión pública independiente y de calidad que se había comenzado a esbozar en la anterior legislatura; no se ha elaborado ni un solo plan de lucha contra el paro ni se ha tomado resolución alguna para poner en venta o alquiler los miles de pisos que siguen en manos de los bancos; se ha permitido que esos mismos bancos que provocaron esta crisis junto con el Gobierno Aznar-Rato que puso las leyes ad hoc, continúen dejando a miles de personas sin hogar; se ha consentido y aplaudido la expulsión de la carrera judicial del juez que más ha luchado por los derechos humanos; se ha convertido a las fuerzas de orden público en un instrumento de lucha de clases al servicio de los poderosos; se ha autorizado una subida de tasas universitarias y una disminución de becas que inevitablemente impedirá estudiar o seguir sus estudios a miles de personas, cerrando todavía más sus escasas posibilidades de futuro; se ha estigmatizado a los sindicatos de clase y a los jóvenes mejor preparados de nuestra historia llamándolos “perroflautas” y mandándole a los grises; se ha nombrado Fiscal General del Estado a un señor que no ve indicio de delito alguno en la conducta del jefe de los jueces en sus viajes a la Costa del Sol; se ha establecido la impunidad como norma de vida al dejar en libertad a todos los que han perpetrado este disparatado y brutal atraco.
Ante esta situación de alto riesgo para la supervivencia de la democracia y, por tanto, de los derechos fundamentales recogidos en la Constitución de 1978 y en la Declaración Univeresal de los Derechos del Hombre, ante la entrega de la soberanía económica a la UE y el FMI, instituciones totalmente letales, la ciudadanía tiene que responder con contundencia, pues no podemos caer en el desatino de entregar a los que vienen un país sin esperanza y sin ley. Las barricadas son una solución, hay otras muchas, cualquiera menos el quietismo.
La puesta en escena de Guindos ha sido patética, sobre todo cuando el comunicado del Eurogrupo ha desmentido todas sus trampas lingüísticas y engaños. Algunas claves para descodificar los engaños: Los 100.000 millones de euros que se facilitarán a Bancos españoles provienen de un Fondo Europeo que entra en vigor el 1 de Julio y que se nutre de las aportaciones de los Estados, o sea de los impuestos de los europeos, españoles incluidos.
Los recursos que se ponen a disposición de la recapitalización de los Bancos se ponen a disposición del Estado Español a través del FROB, que es un organismo público, presidido por el subgobernador del Banco de España. Quien firmará el memorandum de compromisos en los próximos días será el gobierno español. Por último, qué significa que no van a haber contrapartidas para los ciudadanos. Las contrapartidas ya se han producido y por anticipado.
Que son sino la reforma laboral, sanitaria y educativa, los recortes en gastos públicos y prestaciones sociales. Pero no solo hay contrapartidas por anticipado, también las habrán de futuro. El Gobierno español se ha comprometido con el Pacto Fiscal de Estabilidad (el que nace de la reforma constitucional PSOE-PP) a reducir el déficit público en el 2013 al 3%. O sea una reducción de gasto público de más de 30.000 millones euros a añadir a los 29.000 del 2012. A menos claro, que el Gobierno nos diga que ha negociado un aplazamiento del ajuste fiscal, cosa que parece improbable.
No solo van a haber contrapartidas sociales, sino que estas van a castigar a varias generaciones. Y es ahí, donde topamos con el problema de fondo. El rescate bancario va a permitir capitalizar a bancos con recursos públicos, europeos, pero públicos. Otra cosa es que contribuya a reactivar la economía y el empleo. Porque las familias continúan asfixiadas, cuando no hipotecadas y las empresas carecen de financiación. Y nada asegura que con el rescate eso vaya a cambiar.
Ha llegado el momento de decir las cosas por su nombre. Si las familias y empresas no se desendeudan no hay salida ni fácil ni rápida a la crisis económica. Y para ello es imprescindible que los Bancos acepten la quita (reducción) y reestructuración de la deuda de familias y empresas. Única manera de que la economía pueda volver a funcionar.
Las soluciones no son fáciles, entre otras cosas porque durante cuatro años se ha negado que el problema estuviera en el sistema financiero. Los poderes económicos no quisieron perder la oportunidad de aprovechar la crisis para pegarle un bocado a los salarios, derechos laborales y sociales, para hacer retroceder el Estado Social. Y para ello negaron que la carcoma estuviera en los bancos y dirigieron las contrarreformas para desmontar los avances de cuatro décadas.
Se hace urgente poner en marcha una Comisión Nacional de Responsabilidades que analice las causas y las responsabilidades del mayor desmán financiero y económico de nuestra historia.
Si el Congreso y su dinámica bipartidista bloquean la investigación, la sociedad debe levantarse.
El actual Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, decía en 2003: «no existe una ‘burbuja inmobiliaria’ (…) el concepto de burbuja inmobiliaria es una especulación de la oposición que habla insensatamente de la economía de ladrillo y olvida que la construcción es un sector fundamental para la economía del país y en el que trabajan cerca de un millón de personas» (El Mundo 2 de octubre de 2003). Y el más tarde Ministro de Economía, Pedro Solbes, afirmaría que quienes auguraban el riesgo de recesión por esa causa «no saben nada de economía» (El País, 11 de febrero de 2008).
Los dirigentes de uno y otro partido negaban lo que hiciera falta, por muy evidente que fuese para el resto de los españoles, con tal de dejar que los banqueros y los grandes empresarios de la construcción literalmente se forraran a costa de todos los españoles.
Pero gracias a todo ello, los bancos españoles se convirtieron en los más rentables del universo, justo, eso sí, en la misma medida en que situaban a nuestra economía entre las más vulnerables.
Permitieron que los bancos declarasen en balance los activos dañados a precios de adquisición siendo cómplices así de un engaño descomunal que hirió de muerte la credibilidad de nuestra economía porque, por mucho que Zapatero dijese en septiembre de 2008 -como le dictaban Botín y compañía- que el sistema financiero español era «el más sólido del mundo», los inversores y prestamistas internacionales sabían lo que de verdad había hecho la banca española.
Los dos grandes partidos, a los que se suman los de los nacionalistas de derechas de Cataluña y el País Vasco, colocaron en las cajas de ahorros a sus amigos y militantes y crearon una red de oligarquías provinciales que alentó la especulación, extendió la corrupción y que comenzó a llevar al desastre a la gran mayoría de las entidades, al convertirlas en clones de los bancos privados, sin tener capacidad real ni naturaleza legal para serlo.
Claro que, a cambio, esos mismos partidos han recibido cientos de millones de préstamos para ir ganando las elecciones, ahora uno luego otro, que no devuelven, y han podido colocar en sus consejos de administración, o en los de empresas participadas, a docenas de ex dirigentes o socios.
Nos han engañado a todos cuando dicen que van a rescatar a España cuando lo que van a hacer es hundirla para años. Nos han engañado los bancos, nos han engañado los gobiernos del PSOE y del PP. Nos han engañado los dirigentes europeos que están borrachos de ideología neoliberal y no se dan cuenta de que las medidas que toman llevan al desastre a los países que las aplican (¿o acaso es que está mejor la economía de Portugal, por no hablar de los ciudadanos portugueses, desde que fue «rescatada»?). Nos ha engañado el Fondo Monetario que se ha sacado de la manga un informe deprisa y corriendo solo para justificar la decisión ya tomada y en el que cifra las necesidades de financiación de la banca española en una horquilla que sitúa, nada más y nada menos, que entre 45.000 millones y 119.000 millones de euro. ¿En qué quedamos?
(Leer artículo completo)