Otra izquierda es necesaria
17 de enero de 2015
“El PSOE es un gran partido, no tengo inconveniente en reconocerlo, aunque no comparto muchas cosas de las que dicen y hacen, como ellos tampoco respecto a mí” “Unas veces han gobernado ellos, otras nosotros, como ocurre en EE UU, en Alemania, en Francia, en Australia…”.
Mariano Rajoy
La razón de ser del Partido Socialista, los valores y principios que deben constituir la posición y la función del socialismo en la sociedad, la capacidad ideológica de transformación y cambio social han quedado reducidos al pragmatismo que indica Mariano Rajoy. La sociedad, cada vez más, entiende que no hay salida social a la crisis en torno al bipartidismo.
Antes, los políticos buscaban votantes para poder aplicar unas ideas; ahora, ideas para conseguir votantes que te mantengan en el cargo, los socialistas ya no representan una alternativa de cambio, son una alternancia a los gobiernos de derechas, no hay ideas solo tienen votos.
Bensaïd dice: “Para que otro mundo sea efectivamente posible, otra izquierda es necesaria.”
El anuncio de Ángel Riego de no repetir como candidato a la alcaldía de Carreño “que busca dar una oportunidad a compañeros y compañeras en una regeneración democrática y un relevo generacional” no es más que un cambio de nombres, ninguna autocrítica por unas políticas que llevaron al pleno del Ayuntamiento a su reprobación y al PSOE a no entender el cambio que se está produciendo en la sociedad de hastío del bipartidismo, no deja de ser asombroso que un socialismo sin pensamiento pretenda sobrevivir con un cambio de caras.
La lucha se encuentra hoy en el ámbito de las ideas, aunque algunos dirigentes no lo sepan. Frente al pragmatismo que nos imponen los intereses de minorías organizadas, hay que defender que la ética es necesaria para reducir el sufrimiento de la gente.
Y es aquí donde el PSOE nos ofrece su cara indolente, nadie de dentro protestó cuando se ha aprobado el presupuesto municipal para 2015 recurriendo a una ley del PP. Decíamos entonces que: «No se puede estar en contra de una ley y luego aplicarla cuando te conviene.» Un partido sin capacidad colectiva de analizar críticamente la situación tiene un grave problema que va más allá de un simple cambio de candidatos.