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Izquierda Unida reclamó hoy, en el Pleno Institucional del Día de Asturias, convertir la celebración en un acto festivo pero también reivindicativo, con el objetivo de dar respuesta a los retos que debe afrontar la Comunidad Autónoma en los próximos cuatro años.

La necesidad de una financiación suficiente y equitativa, fuera de intercambios partidistas y coyunturales de la política nacional; la apuesta por una armonización fiscal que evite el "dumping" impositivo de algunos territorios; la defensa de un pacto por el empleo que acabe tanto con los elevados índices de paro como con la precariedad laboral, marcaron la intervención de su portavoz, Ángela Vallina. Para la diputada, abordar con seriedad el reto demográfico exige ofrecer alternativas para evitar el éxodo juvenil y, también, para revertir la baja tasa de natalidad.

En esta legislatura, explicó la portavoz de IU, Asturias deberá buscar soluciones para dar respuesta al cambio climático que, enfatizó, no puede hacerse a través de una descarbonización exprés, sino aprovechando todas las líneas de ayudas y los plazos ofrecidos por la Unión Europea. Otra cosa, alertó, puede suponer la puntilla definitiva a la industria asturiana con más deslocalizaciones y pérdida de empleo pero sin lograr, de forma efectiva, una disminución real de las emisiones contaminantes.

En su intervención, Vallina apostó porque ésta sea la legislatura que dé la oficialidad a la Llingua asturiana.

"Asturias necesita un futuro que pasa la igualdad, el empleo, la garantía de financiación, y una transición energética justa. Tenemos la oportunidad y este Parlamento y el Gobierno tienen la obligación de aprovecharla", concluyó la diputada

Intervención íntegra

Señorías, tenemos por delante cuatro años cruciales de los que dependerá nuestro un futuro como como Pueblo.

Cualquier sociedad necesita recursos para garantizar a su ciudadanía el derecho a su desarrollo integral. Por ello, Asturias tiene que exigir justicia en la financiación, para que cualquier persona, con independencia de donde viva, tenga garantizados los mismos derechos. Eso sólo es posible si se tienen recursos que cubran esas necesidades, determinadas por circunstancias objetivas, como la orografía o el envejecimiento.

Pido en primer lugar al Gobierno que defienda una financiación suficiente y equitativa, donde los intereses partidistas del juego político nacional no tengan cabida. Del mismo modo, Izquierda Unida de Asturias llama al resto de grupos para hacer un frente común en la defensa de un modelo de financiación hecho por y para la gente, porque los derechos no pueden ser objeto de cambio.

Asturias debe liderar la exigencia de una fiscalidad armonizada: las rebajas de impuestos de algunas Comunidades Autónomas tienen consecuencias en otras, comprometiendo el principio constitucional de progresividad. El dumping fiscal solo beneficia a unos pocos, pero supone la pérdida de unos ingresos imprescindibles para financiar sanidad, educación o las pensiones. Menos impuestos y más servicios no es realista.

A pesar de la mejora de la economía, los índices de paro son aún dramáticos, sin contar que muchos de los puestos creados son de baja calidad. No nos conformaremos mientras haya trabajadores y trabajadoras pobres. Necesitamos un gran pacto de todos los agentes sociales, sindicales y políticos para luchar contra la precariedad.

La administración y la política también son responsables, porque la legislación laboral y su cumplimiento dependen de ellas, y porque demasiadas veces las instituciones son las grandes precarizadoras, con privatizaciones, con trabajo eventual sin horizontes de estabilidad, con interinidades que se perpetúan por décadas, o por la falta de sensibilidad con colectivos como el de intérpretes para el alumnado sordo o, con graves consecuencias para otros, como el de bomberos, por citar dos, que siguen, aún hoy, y a pesar de la muerte de Eloy, sin un estatuto marco que regule su actividad.

De la urgencia de medidas para mejorar la oferta laboral tengo que pasar a la crisis demográfica, porque la falta de oportunidades explica en buena medida el éxodo de la juventud y la despoblación. Somos una región de personas mayores, y está bien, porque supone que vivimos más y mejor, pero la cara amarga es que somos una Comunidad sin jóvenes, con el índice de natalidad más bajo de España. El principal reto tiene que ser lograr un desarrollo sostenible económica, social y territorialmente, que combine las actividades tradicionales del campo y la pesca con otras de nuevo cuño y en el que se apoye e incentive a autónomos y a las pequeñas y medianas empresas, sin olvidar la mejora de los servicios públicos y las comunicaciones, físicas y virtuales.

El cambio climático y el reto para lograr un nuevo modelo energético son clave. IU lleva en su ADN una línea verde porque defendemos la preservación y mejora del medioambiente. Pero esa protección debe realizarse con racionalidad. Rechazamos la descarbonización exprés. No se trata de negar el cambio climático, pero tampoco es posible obviar que un proceso apresurado será letal para todo el tejido productivo de Asturias. Exigimos que se aprovechen todas las ayudas a la transición de la Unión Europea, para articular un nuevo modelo productivo descarbonizado antes de decretar cierres sin alternativas de reconversión y empleo. No hacerlo traerá más deslocalizaciones -ayer se anunció otra más, la de Vesuvius de Langreo-, con la pérdida de empleo que suponen, y sólo alejara unos miles de kilómetros las emisiones sin que se produzca una reducción neta de las mismas.

Necesitamos medidas para las empresas de gran consumo eléctrico. El Gobierno de Asturias debe exigir al Central que apruebe de una vez por todas el estatuto para la industria electrointensiva.

El día de Asturias debe ser festivo y reivindicativo, también de nuestra llingua, por cuya oficialidad estamos comprometidos. El domingo y siempre, debemos luchar para que la igualdad efectiva entre hombres y mujeres sea una realidad.

Permítanme, señorías, una mención a los guerrilleros y antifascistas asturianos. Vaya desde aquí el reconocimiento de mi grupo y nuestro apoyo para que las medallas de Asturias que esta tarde se entregan sean pronto un homenaje a esas personas que tanto sacrificaron por la democracia y las libertades.

Termino con la letra de una canción muchas veces entonada por Nuberu, porque en este día de Asturias, y el resto del año, tenemos que saber que

Ser asturianu nun ye

dir con montera picona

nin saber echar bien la sidrae

nin xubir a Covadonga.

Asturias necesita más, Asturias necesita un futuro que pasa la igualdad, el empleo, la garantía de financiación, y una transición energética justa. Tenemos la oportunidad y este Parlamento y el Gobierno tienen la obligación de aprovecharla.