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La eurodiputada de IU recuerda que la UE tiene aún mucho trabajo por delante en estos dos asuntos, reclama la ratificación del Convenio de Estambul por parte de todos los Estados miembros y una campaña efectiva que luche contra el acoso que sufren las personas LGTBI.

Advierte que es una cuestión de voluntad política y que sin una financiación adecuada y el apoyo de las instituciones, es imposible ponerlas en marcha.

La eurodiputada de Izquierda Unida Ángela Vallina exigió anoche en Estrasburgo que la Comisión Europea dé pasos decididos en la lucha contra la violencia de género y la discriminación contra las mujeres y las personas LGTBI. Durante un debate sobre el Informe de Ciudadanía Europea 2017, que se vota hoy, la parlamentaria revindicó la necesidad de implantar políticas de género y programas de concienciación y educación, financiados públicamente y apoyados desde las instituciones para atajar estos dos graves problemas.

“Desde la comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género venimos reclamando a los Estados miembros y a las instituciones europeas, en especial a la Comisión, que adopten medidas integrales contra la discriminación de las mujeres”, señaló Vallina durante su intervención.

La eurodiputada se refirió, por ejemplo, a “la Directiva contra la discriminación”, que lleva paralizada desde hace ya casi una década, pero también al Convenio de Estambul contra la violencia de género, “que debería ser ratificado por todos los Estados miembros” y a las propuestas que desde FEMM se han lanzado en materia de “lucha contra la discriminación de las personas LGTBI y, sobre todo, en lo que se refiere al acoso y la intimidación que sufren en las redes sociales”.

La Comisión Europea, añadió Vallina, “debe hacer caso a nuestra demanda para la adopción de políticas de género en toda la Unión”. En definitiva, se deben “potenciar programas de educación cívica de calidad, que aborden los prejuicios, la discriminación, y trabajar en campañas que rompan los estereotipos de género”.

“Les reitero estas demandas –cerró Vallina-: sin voluntad política, sin financiación y sin una administración fuerte, no existe ni estado de derecho, ni estado de bienestar”.